Friday, September 30, 2011

A 100 años del natalicio de Elsa De Rosa Gingele

A 100 anios de su natalicio!

Hoy, 30 de septiembre de 2011 es una fecha especial para mi, así es que recuerdo a mi madre en su natalicio número 100. Mi generación no vivirá hasta esa edad, ni tampoco nuestros hijos, pero quizás nuestros nietos puedan llegar a vivir plenamente hasta semejante número, así es que a nosotros nos toca solo imaginar cómo será todo eso.

Qué decir de ella como hijo?. Hablar y escribir sobre su vida sería muy largo para evocarla en este día, porque debería hacer o repasar toda su biografía, así es que se la debo, y a cambio prefiero recordarla de otra manera, o sea, pensando y reflejando el mundo en que le tocó nacer y vivir sus primeros años....

Así es... en 1911 el mundo estaba a pocos anios de la primera gran tragedia del siglo XX, es decir, a solo 3 años de la primera guerra mundial, y a 7 meses de la tragedia del Titanic. Mientras que en la Argentina de esa época se gestaba una gran nación, que ya era líder en Sudamérica, allá en el norte, en EEUU, el presidente Theodor Roosevelt hacía dos semanas que había asumido. Busqué en internet y no encontré nada especial en esa fecha, así que puedo redondear diciendo que el presidente argentino era Roque Saenz Peña, que gobernaba para 7 millones de habitantes, y dos años después, (1913), se inauguraría la primera línea de subtes (línea A), en Buenos Aires.

Con respecto a la madre de mi ¨vieja¨, (según me contaba mi madre), provenia de una familia que la sociedad educaba de una manera muy tradicional, dominada por la religión, que a doña Matilde De Rosa no le hubiera aceptado ser una "mamá soltera", por lo que tuvo que irse de Coronel Suarez, en la provincia de Buenos Aires, para dar a luz a mi madre en la capital. Lamentablemente el padre (supuestamente un tal Figueredo no fue muy caballero tampoco y se borró del escenario).

De esta manera, los primeros anios de mamá se pierden entre parientes (una tía, Nina De Rosa, soltera y muy parecida a mamá), que la cuidó en un departamento en el centro de Buenos Aires, sobre la calle Lavalle, pero luego fue dada en adopción a una familia que no tenía hijos, y que aunque la educaron bien, no le dieron el sentido mínimo que podríamos esperar para que mamá sintiera el calor de un verdadero hogar y el cariño de familia. Sus padrastros se llevaban 20 años entre ellos, y sus culturas eran muy diferentes. Ana provenía de una educación rígida europea, y el, en cambio era bien latino, laxo y bonachón, no congeniarían muy bien.

Mientras tanto, en otra parte del planeta, el niño Erhard Gingele, el que sería su esposo (en 1941) tenía en ese anio solo 9 anios de edad, de manera que estaba cursando la escuela primaria (Real Schule), en la ciudad de Munich (München), en Alemania del sur, (Bayern), y probablemente el día que nació mi querida "viejita", mi papá estaba disfrutando de un tranquilo sábado allí en su ciudad, en la que vivía en un apartamento en el cuarto piso de la calle "Schulstrasse 10", con sus padres, a pocas semanas de haber comenzado las clases, cursando su tercer grado y aprendiendo las tablas de multiplicar hasta el 20!.

Por otro lado, y con un anticipo de solo dos días (nació el 28 de septiembre de 1911) otro bebé, don Enrique Montenegro pasaba su primer fin de semana allá en la provincia de Catamarca, entre pañales y berreos, con su madrastra ya que coincidentemente tuvo el mismo infortunio de haber nacido de madre soltera. Enrique hubiera sido consuegro de mi mamá, pero jamás se llegaron a conocer ya que el falleció en febrero de 1967 y yo conocí a Rita recién en 1970. De paso, en febrero de ese año Rita cumpliría sus 15 años, así que la muerte de Enrique empañó muchísimo su primera gran fiesta de la vida.

Para completar la lista de los personajes intervinientes, vuelvo al barrio de Luis María Saavedra para hablar de ese matrimonio (Ana Zenekovic y Juan E. Jorge) vivía en una gran casona que ocupaba toda una manzana, con entrada principal sobre la calle Washington, aunque no tenían idea de que 4 años después adoptarían a mi madre. Ella, nacida en Austria, y el, criollo aunque de ascendencia griega. Qué pareja despareja no? Se habían casado en 1905, luego de conocerse en la ciudad de Rosario, siendo don Jorge el jefe de aduana en ese puerto cuando Ana llegó a Argentina.

Si mencioné lo del Titanic, también debo reseñar la aviación, ya que los hermanos Wright hacía apenas 3 años, (1908), que habían despegado con el primer avión, pero esas máquinas aún no despegaban con pasajeros, así que varios países competían para hacer sus primeras aeronaves para el futuro. A cambio ya había teléfonos, aunque no sé si estos abuelastros ya tenían servicio en esa gran casona¨ de Saavedra.

Tampoco había radio aún, pues mamá se pasó toda la niñez sin más diversión que los 2 caballos (uno se llamaba Rancho), que había en el establo. varios perros, gatos, patos y gallinas, conejos y tortugas, que conformaban la fauna de aquella gran casona. Mamá llegó a contarme que había alcanzado a escuchar las primeras emisiones de radio ¨a galena¨, (con un audífono pues no tenían amplificador de audio en esos años así que la señal era muy débil), creo que a partir de 1918.

Qué lindo recuerdo me trae escribir todo esto mi querida vieja aunque su vida fue poco alegre, sin padres propios ni hermanos, y con el agravante de que cuando le tocó heredar la ¨casona¨, (1959), la iglesia casi se queda con todo ese valor por un concepto equivocado, a mi manera de ver, de su desmesurado amor a Dios y ceder todo a la iglesia en su testamento, en lugar de ver que había dos nietos que merecían un futuro seguro, o sea, mi hermana Mariana y yo, y un reconocimiento a su hijastra que la había cuidado durante los últimos 7 años de su vida, enferma y postrada. Creo que fue una muestra más del mal del ¨fanatismo¨ religioso, o de la religión en sí misma.

Rudi
su hijo.

3 comments:

Eric said...
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Eric said...

Muy lindo y emocionante el relato!

Así por lo menos los nietos sabemos un poco más de "la Oma" y la podemos recordar un poco mejor en una fecha así.

Yo me acuerdo siempre cuando ella nos contaba de los caballos y del resto de animales que había en "La Casona".

Eric

Monica said...

me encanto este relato! estoy parando en un hotel en buenos aires y la verdad es que siendo tan joven me encanto saber mas sobre ella